Decreto de AI de Trump: ¡la lucha contra Woke Technologies está provocada!
Decreto de AI de Trump: ¡la lucha contra Woke Technologies está provocada!
Washington, D.C., USA - El 24 de julio de 2025, la Casa Blanca tomó medidas decisivas para regular fundamentalmente la inteligencia artificial (IA) en los Estados Unidos. Un decreto firmado por el presidente Donald Trump tiene como objetivo excluir el "Ki Woke" y garantizar que los modelos utilizados para las aplicaciones gubernamentales sean ideológicamente neutrales. Este giro no solo representa el enfoque del gobierno de los Estados Unidos hacia la IA, sino que también plantea una serie de preguntas sobre la censura, el sesgo y las posibles consecuencias para el desarrollo tecnológico. Si bien los ACI US como OpenAai enfatizan que este paso podría acelerar el desarrollo, existen serias preocupaciones de que podría poner en peligro la innovación en el área de IA.
La nueva regulación tiene pautas claras: el uso de IA en el sector público no debe sufrir prejuicios ideológicos que estén coloreados por la diversidad, la igualdad y la inclusión (DEI). Estas ideologías pondrían en peligro la calidad y la precisión de los resultados suministrados por la IA, ya que la representación de la raza y el género podría ser manipulada. Un ejemplo de esto son los modelos de IA que cambian figuras históricas en su membresía racial o de género o incluso suprimen la representación de los logros de ciertos grupos. Según [BPB], las distorsiones son problemas serios que no deben ignorarse en el debate de la IA.
Los desafíos de la regulación
La regulación de la IA es básicamente compleja y plantea muchas preguntas. El enfoque de los Estados Unidos podría llamarse laissez-faire, mientras que otros países como China emiten regulaciones rigurosas. Un contexto global muestra que no existe un marco legal uniforme para la IA. La mayoría de las regulaciones existentes están fragmentadas y ofrecen respuestas insuficientes a los desafíos que surgen de las tecnologías generativas de IA. [BPB] enfatiza que los problemas regulatorios son relevantes, especialmente con respecto a los derechos fundamentales y los procesos democráticos.
El nuevo decreto se encarga de administrar la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) para crear pautas para el cumplimiento de los "Principios de IA descuidados" dentro de los 120 días. Estos principios requieren grandes modelos de voz (LLM) que trabajan con verdadera e ideológicamente neutral. Los críticos, incluidos Mark Lemley de la Universidad de Stanford, advierten sobre la posible discriminación contra los puntos de vista y las vagas definiciones de "búsqueda de la verdad" y "neutralidad ideológica", que ofrecen una amplia gama de interpretación y, en última instancia, podrían obstaculizar el desarrollo. [TechCrunch] enfatiza que también hay opiniones de expertos que señalan que no hay una verdad objetiva y los resultados imparciales son casi imposibles de lograr.
Competencia y consecuencias para la industria
La regulación también tiene un impacto inmediato en el panorama competitivo en la industria de la IA. Empresas como Xai bajo la dirección de Elon Musk, que se posicionan como menos parciales, podrían beneficiarse de la prohibición de "Woker Ki". Al mismo tiempo, expertos como Chowdhury dicen que es posible que las compañías de IA adapten sus datos de capacitación para seguir la línea política y asegurar fondos federales. Esto podría conducir a un efecto escalofriante que limita la libertad creativa de los desarrolladores.
Las empresas de tecnología estadounidenses ya están trabajando estrechamente con el Ministerio de Defensa; Los contratos por valor de hasta $ 200 millones están en el Macht. Si bien esta cooperación ofrece incentivos adicionales, no está claro qué compañías se posicionan mejor a largo plazo para beneficiarse de las nuevas condiciones marco. La incertidumbre en relación con las regulaciones futuras podría significar que las empresas tienen que tener una buena habilidad más que nunca para actuar con éxito en este entorno competitivo.
En general, se puede ver que el discurso sobre la IA y su regulación no solo tiene dimensiones tecnológicas, sino también sociales y políticas. El curso que Estados Unidos ejecuta bajo el decreto actual podría dar lugar a consecuencias de gran alcance para el desarrollo y la aplicación de la inteligencia artificial. El debate se ha abierto y queda por ver cómo la industria y la sociedad se adaptarán a estos nuevos desafíos.
Para obtener más información sobre la nueva regulación y sus antecedentes, lea más en [TechCrunch], [Whitehouse] o [BPB].
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Ort | Washington, D.C., USA |
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